Lorenzo del Escorial (Madrid), donde normalidad, protección y superación son mucho más que palabras. Un relato sobre miedos y angustias, sueños e ilusiones, juegos y diversiones, cargado de la nostalgia y la crudeza de una realidad que no siempre fue feliz. Acompañar a un niño en su crecimiento es un camino difícil, casi imposible cuando hay que ayudarle a rehacerse y encontrar su camino. Aldeas Infantiles SOS lo hace cada día. Para ser adulto, primero hay que ser niño.