En desacuerdo con sus padres, Otsuya huye de su hogar para refugiarse en los brazos de Gonji, quien termina vendiéndola en una casa de geishas. Allí, un maestro del tatuaje dibuja sobre su hermoso cuerpo una inmensa araña. Como si el espíritu del insecto tomara posesión de la joven, el deseo irreprimible de venganza se transforma en el centro de su vida. Como la viuda negra tatuada en su espalda, Otsuya arruina la vida de todo hombre que se cruce en su camino.