Algunos creen que nuestro mundo es uno de tantos; que nuestra existencia es meramente una intersección entre varias dimensiones, conocidas y desconocidas. Nos cruzamos con extraños a los que no vemos, se tararean canciones que no oímos. La mayoría de nosotros nunca permanecemos ignorantes a estos hechos. Entre los muchos ritos y prácticas existentes hay uno, el rito del Ocho, que es el más poderoso método para contactar con el mundo espiritual. Nadie parece conocer su origen pero nadie duda de su autenticidad, porque como cualquier otro mito insondable, aquellos que lo han probado nunca han regresado para explicarlo.