Skinner es un humilde oficinista cuya mujer fantasea con que consiga un esperado aumento de sueldo que les permitiría mejorar su nivel de vida. Cuando un día llega a casa y se encuentra con que ella ya da por hecho que lo ha logrado, éste se siente demasiado mal como para confesarle la verdad y le sigue la corriente. El problema es cuando ella en consecuencia empieza a gastar cada vez más hasta prácticamente acabar con sus ahorros.