Los siete miembros de la familia Flodder son totalmente antisociales. Los tres hijos tienen tendencias delictivas, la hija es muy provocativa. La madre es la que manda, y también hace lo suyo destilando licores ilegalmente. Por varias circunstancias se ven obligados a trasladarse de los barrios bajos a una villa a las afueras de la ciudad, donde empiezan los problemas con los vecinos ricos, especialmente cuando el hijo mayor se enamora de la mujer del vecino.