Hubo una vez, en 1910, un tren capaz de cruzar los agrestes territorios entre Argentina y Chile, haciendo posible un viaje mítico, uniendo dos océanos con un solo billete, de Buenos Aires a Valparaíso. El último viaje del BAP fue en 1979; en los años noventa, sus diversos ramales fueron abandonados permanentemente. Desde entonces, los que fueron viajeros habitan el paisaje ferroviario como sueñan, desean, recuerdan o anhelan: como parte de su propio ser y de su historia nacional.